miércoles, 11 de noviembre de 2009

Como Hacer Pilates con Nuestras Neuronas

Es cierto, el ejercicio ayuda mucho a alertar la mente; también hay vitaminas y suplementos que aumentan y fortalecen la memoria.

Sin embargo, nada como hacer que nuestro cerebro fabrique su propio alimento.
Las neurotrofinas son moléculas que producen y secretan las células nerviosas, y actúan como alimento para mantenerse saludables. Cuanto más activas estén las células del cerebro, más cantidad de neurotrofinas producen y esto genera más conexiones entre las distintas áreas del cerebro.

Lo que necesitamos es hacer pilates con las neuronas:

Estirarlas.
Sorprenderlas.
Sacarlas de su rutina.
Presentarles novedades inesperadas y divertidas a través de las emociones, del olfato, la vista, el tacto, el gusto y el oído.

Como resultado el cerebro se vuelve más flexible, más ágil , y su capacidad de memoria aumenta. En una próxima entrega del tema, vamos a presentar una serie de ejercicios muy simples que esos pequeños olvidos no formen parte de tu vida.

Actividades rutinarias: probablemente pienses… yo leo, trabajo, hago ejercicio y mil cosas más durante el día, así que mi mente debe estar muy estimulada. La verdad es que la vida de la mayoría de nosotros se lleva a cabo dentro de una serie de rutinas.

Piensa en un día: ¿Qué tan diferente es tu rutina de la mañana, tu ruta hacia el trabajo, la hora en la que comes o regresas a la casa? ¿El tiempo que pasas en el coche? ¿El tiempo y los programas que ves en la televisión?

Las actividades rutinarias son generalmente inconscientes, hacen que el cerebro funcione en automático y requieren un mínimo de energía. Las experiencias pasan por las mismas carreteras neuronales ya formadas.

Para que se produzcan neurotrofinas te dejamos una serie de ejercicios:
Intenta, por lo menos, una vez por semana ducharte con los ojos cerrados. Sólo con el tacto, ajusta la temperatura del agua, busca el jabón, el shampoo o crema de enjuague.
Verás cómo tus manos notarán texturas que nunca habías percibido.
Utiliza la mano NO dominante. Come, escribe, abre la puerta, lávate los dientes, abre el cajón con la mano que más trabajo te cueste usar.
Lee en voz alta. Se activan distintos circuitos que los que usas para leer en silencio.
Cambia tus rutas toma diferentes caminos para ir al trabajo o a tu casa.
Modifica tu rutina. Haz cosas diferentes. Sal, conoce y conversa con personas de diferentes edades, trabajos e ideologías. Experimenta lo inesperado. Usa las escaleras en lugar del ascensor. Sal al aire libre, camínalo, huélelo.
Mejora la ubicación de algunas cosas. Al saber dónde está todo, el cerebro ya construyó un mapa. Cambia, por ejemplo el lugar del bote de la basura; verás la cantidad de veces que arrojas el papel al viejo lugar.
Aprende una habilidad. Cualquier cosa; puede ser fotografía, estudia un nuevo idioma. Si te gusta armar rompecabezas tápate un ojo para que pierdas la percepción de la profundidad, por lo que el cerebro tendrá que confiar en otras vías.
Identifica objetos como monedas. Pon en tu coche una taza con varias monedas diferentes y tenlas a la mano para que, mientras estás en el alto del semáforo, con los dedos trates de identificar la denominación de cada una.
Por qué no abrimos la mente y probamos estos ejercicios tan sencillos que, de acuerdo a los estudios de Neurobiología del Duke University Medical Center, amplían nuestra memoria.

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